Edificio de viviendas con fachada a dos calles y ángulo achaflanado que consta de sótano y seis plantas ( B+entreplanta+3+ático retranqueado).

De composición homogénea en ambas fachadas, todos los vanos de las plantas de pisos son abalconados y adintelados, con un tratamiento ornamental diferenciado en cada una ( enmarques con acodos, frontones segmentados,etc…).

La decoración se completa en ambas fachadas con una cuadrícula formada por las impostas de los forjados y las pilastras decorativas, quedando enmarcados así todos los vanos, el resultado es un poco abigarrado. Remata el conjunto un alero moldurado sobre canetes ménsula y sobre este se retranquea un ático anodino en el que se abren pequeños vanos a eje, separados por pilastras. Los vanos del chaflán se resuelven en miradores de hierro, acristalados. La planta baja destinada a uso comercial y la entreplanta responden a la tipología característica de la calle Alfonso I. En un orden gigante se integran los vanos en arco escarzano de la entreplanta y los de la planta baja, conformando así el basamento compositivo del edificio, en el que se simula despiece de hiladas. Es muy interesante la puerta de ingreso a la finca, de madera tallada con elementos manieristas y relacionable con las de las fincas 10 y 12.

Este edificio debió construirse hacia 1870 ( el proyecto que no se ejecutó es de 1867), y se inscribe dentro de la arquitectura eclecticista del momento de influencia francesa sobre todo del tratamiento de la planta baja y entreplanta, con una decoración un tanto abigarrada en las plantas alzadas”.

La actuación en el mismo pretende la rehabilitación y conservación de sus fachadas así como la consolidación de su estructura.